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Uso de Gafas de Sol en Verano

En estos calurosos días, de vacaciones para muchos, de largas estadías en la playa y de actividades al aire libre, posiblemente a nadie se le olvida la protección de la piel por los calientes rayos del sol.  Sin embargo, son muchos los que no le prestan atención a los ojos. Una acción fundamental para conservar la salud visual.

Según la Academia Americana de Oftalmología (AAO), los estudios demuestran que la exposición a la luz solar puede incrementar el riesgo de desarrollar diversas enfermedades, incluyendo cáncer, entre otras dolencias.

De hecho, señalan que la radiación UV, ya sea que provenga de la luz solar natural o artificial en espacios cerrados, puede dañar los tejidos de la superficie del ojo, así como también la córnea y el lente.

“Lamentablemente, muchas personas desconocen los peligros de los efectos de la radiación UV en la visión. Pero, al utilizar gafas protectoras puedes disfrutar del verano de forma segura y reducir el riesgo de tumores o de enfermedades oftalmológicas que podrían implicar la eventual pérdida de la visión”, agrega la AAO, mientras destaca la importancia de comenzar a utilizar una protección adecuada desde temprana edad, para proteger los ojos “contra años de exposición a los rayos ultravioletas”.

“La luz solar puede producir varias complicaciones en los ojos. Por eso, los que van mucho a la playa y a piscinas, sobre todo donde hay arenas blancas o áreas donde la luz solar rebota, están a un riesgo mayor”, advierte por su parte el oftalmólogo Natalio Izquierdo, catedrático asociado en la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas, de la Universidad de Puerto Rico.

Precisamente, ese reflejo del sol, aun en días nublados, representa un riesgo real para la visión, coincide el oftalmólogo Ian Piovanetti, quien destaca que esas superficies “sirven como espejo”, lo que intensifica los efectos dañinos de la luz ultravioleta.

Entre las principales complicaciones de salud para la visión, el doctor Izquierdo menciona  las cataratas –opacidad del cristalino del ojo-; el terigión (o pterigion), crecimiento anormal por inflamación de tejido de la conjuntiva (tejido fino y transparente que cubre la superficie externa del ojo), que tiende a dirigirse desde la parte blanca del ojo hacia el tejido de la córnea; y la fotoqueratitis -inflamación aguda del epitelio corneal del ojo que se produce por la exposición excesiva a la radiación ultravioleta.

Pero también puede causar edema macular (acumulación de líquido en la zona más sensible de la retina que se llama mácula); retinopatía solar (daño permanente a la retina); degeneración macular (afecta la mácula, la parte del ojo que permite ver los detalles pequeños); cáncer en el párpado y tumores benignos.

Gafas de Sol para el Verano
Gafas de Sol para el Verano

Constantemente expuestos

Por eso es tan importante, coinciden ambos especialistas, en protegerse los ojos con buenas gafas de sol. Además de no exponerse al sol durante las horas pico del día, de 11:00 a.m. a 3:00 p.m. aproximadamente, según recomiendan.

Los filtros oftálmicos tienen la finalidad de absorber o desviar la radiación UV visible e invisible y evitar  que llegue hasta las estructuras internas y externas del ojo.

“Es importante recordar que siempre se deben cuidar los ojos, tal como lo hacemos con nuestra piel, protegiéndolos de la exposición al sol en los horarios pico, así como usando gafas que realmente filtren los rayos ultravioletas”, aconseja el oftalmólogo, mientras enfatiza en la importancia de  tomar consciencia de estos riesgos para evitar  posibles quemaduras solares en los ojos.

Según la AAO, existen tres zonas oculares especialmente sensibles a los daños ocasionados por la luz solar: la córnea, la retina y el cristalino.

“No todos los ojos reaccionan del mismo modo ante la agresión que supone la luz para la vista. Las personas de ojos claros, por su mayor sensibilidad a los rayos solares, tienen más problemas que aquellas que tienen los ojos oscuros. Al contar con menos pigmento en el iris y en la retina, su capacidad de absorción de la luz es bastante menor y, por lo tanto, los ojos resultan más perjudicados”, advierte la organización médica.

Protege a los niños

Tanto Izquierdo como Piovanetti señalan que estos cuidados aplican de igual forma a los niños, quienes también deben usar las gafas apropiadas.

“En los niños, el daño solar ocurre en los primeros siete u ocho años, por eso ellos, más  que nadie, se deben proteger de exponerse al sol sin la debida protección”, advierte Piovanetti, quien cree que en Puerto Rico se usan gafas, pero no más que en otras partes del mundo.

Por eso, así como te preocupas por ponerle bloqueador solar a la piel de los niños, las gafas y el sombrero también deben ser elementos importantes si van a estar expuestos. Cabe recordar que los ojos de los niños están más en peligro, ya que  permiten pasar mucha más luz que los ojos de los adultos. Esto significa que los rayos UV pueden ocasionar mucho más daño en ellos, debido a la ausencia de defensa contra los rayos de onda corta del sol.

En ese sentido, el riesgo de daño permanente aumenta de forma alarmante si se exponen a los rayos del sol durante largos periodos de tiempo. Por lo que  las gafas de sol son más que un accesorio atractivo para los niños. En ese sentido, la calidad es especialmente importante.

De hecho, la AAO señala que las gafas divertidas y económicas, que muchas veces funcionan como juguetes, no suelen ofrecer la protección necesaria y deberían desecharse. Lo mismo ocurre con las gafas de sol con lentes amarillos, azules o rojos, ya que distorsionan la percepción de los colores. Por eso, una visita al optómetra u oftalmólogo te pueden ayudar a escoger la gafa de sol más adecuada para cada miembro de la familia.

Mientras que las personas sensibles a la luz ultravioleta, las  que ya tienen los primeros síntomas de cataratas y las   que han sido sometidas a una intervención quirúrgica en los ojos, deben tener especial cuidado de no sobreexponerse a luz solar.

Además, el doctor Izquierdo  menciona que las personas que usan lentes de contacto que filtran los rayos ultravioletas, también deben usar gafas y sombreros como una medida de protección adicional.

“Algo muy importante que se debe entender es que, aunque el día esté nublado, la luz ultravioleta puede hacer daño. La nube tapa la luz ultrarroja que da calor pero la ultravioleta pasa a través de las nubes y puede afectar los ojos sin que la persona se dé cuenta”, advierte Piovanetti.

Precisamente, para esos días nublados o de mucha resolana, el oftalmólogo dice que el uso de las gafas polarizadas es recomendable.

También llama la atención sobre las áreas montañosas donde la condición de la luz ultravioleta es más intensa y afecta más, por lo que la protección es fundamental.

Fuente: elnuevodia.com

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